Unos neumáticos revisados regularmente duran más
Es una buena idea revisar mensualmente la profundidad y el estado de la
banda de rodadura,
la presión, los daños en los flancos y cualquier signo de desgaste
irregular. En caso de duda, consulta a un especialista que te indicará
si el neumático es apto para seguir rodando.
Seis motivos para cambiar tus neumáticos
A continuación te damos seis razones por las que deberías cambiar los
neumáticos de tu vehículo. En algunas ocasiones el neumático se puede
reparar. La reparación de los neumáticos Michelin debe ir acompañada de
un examen minucioso del neumático, que debe ser realizada por un
especialista. Es fundamental desmontar la cubierta de la llanta para
comprobar si existen daños internos y su importancia.
1. Pinchazo
Los neumáticos actuales son muy resistentes y aguantan casi todo, pero
los pinchazos son inevitables. Un especialista debe revisar el neumático
después de un pinchazo para detectar los posibles daños ocultos que
podrían hacer que el neumático fuera irreparable.
Normas de seguridad en caso de pinchazo:
- Piensa primero en tu seguridad y en la de los pasajeros, sal de la calzada en un lugar seguro
- Enciende las luces de emergencia
- Pónte el chaleco reflectante
- Coloca el triángulo de señalización en el arcén a 100 m del coche
Piensa siempre en tu seguridad. Consejos para cambiar una rueda pinchada
- Lleva en tu coche un par de guantes resistentes
- Lleva una bolsa de basura en el maletero por si el neumático que tienes que cambiar está lleno de barro
- Asegura la estabilidad del gato para que no se caiga.
- Después de cambiar la rueda y poner la de repuesto, puede que ésta no esté bien inflada, no conduzcas demasiado deprisa
- Ve a la estación de servicio más próxima e infla correctamente el neumático montado
- Si las tuercas están mal apretadas pueden dañar los discos de freno o el sistema de montaje de la rueda
Dirígete lo antes posible a un especialista de neumáticos para el
reapriete adecuado del neumático. Si las tuercas se aprietan
correctamente será más fácil quitarlas.
2. Cuando los neumáticos llegan al límite legal de desgaste
Conviene
comprobar el desgaste de los neumáticos con regularidad. Pero ¿cómo se
hace? Hay una forma muy fácil de saber si los neumáticos están gastados.
En
los neumáticos MICHELIN, nuestro muñeco MICHELIN situado en el borde
del neumático te permite localizar el indicador de desgaste.
Cuando
la altura de la goma del dibujo llega al nivel del indicador, es muy
probable que la profundidad del dibujo esté cerca del límite legal de
1,6 mm, o por debajo del mismo. Michelin recomienda cambiar los
neumáticos antes de que lleguen a ese límite. Además de poco seguros,
podrías ser multado.
Aunque el resto de la banda de rodadura
tenga más de 1,6 mm, debes adaptar la velocidad y el estilo de
conducción a las condiciones externas, especialmente en carreteras
mojadas.
Testigo de desgaste "invierno" de 4mm (solo para algunos países europeos con una legislación particular).
Este
testigo de desgaste permite indicar la profundidad de dibujo restante
de un neumático de invierno. Gracias a las laminillas 3D MICHELIN
distribuidas en toda la profundidad del dibujo, el neumático mantiene
sus prestaciones por debajo de este testigo.
3. Signos de envejecimiento
Los neumáticos no tienen una duración de envejecimiento predecible. No
importa cuándo se hayan fabricado. Hay muchas circunstancias que afectan
a la vida del neumático como la temperatura, el mantenimiento, las
condiciones de almacenamiento y uso, la carga, la velocidad, la presión
así como el estilo de conducción. Todas ellas afectarán en gran medida a
la vida útil que se puede esperar de un neumático.
Presta atención a tus neumáticos
Por estos motivos, Michelin recomienda a los conductores prestar
atención habitualmente al aspecto externo de sus neumáticos para
detectar cualquier signo de envejecimiento o fatiga. Un envejecimiento
excesivo de los neumáticos puede conllevar una pérdida de agarre. Un
profesional nos aconsejará si los neumáticos pueden seguir utilizándose o
no.
¿Demasiado viejo? La prueba de los cinco años
Después
de cinco años o más en servicio, los neumáticos deben ser
inspeccionados al menos una vez al año. En caso necesario, sigue las
recomendaciones del fabricante del vehículo sobre la sustitución de los
neumáticos originales. Como medida de precaución, si los neumáticos no
se han cambiado en 10 años desde la fecha de fabricación (ver cómo leer
el flanco de un neumático), Michelin recomienda cambiarlos por otros
nuevos. Aunque parezca que se pueden utilizar y no hayan llegado al
límite legal de desgaste de 1,6mm.
4. Daños
Los neumáticos pueden resultar gravemente dañados si chocan contra un
objeto sólido en la carretera como un bordillo, bache u objeto
puntiagudo. Aconsejamos que el neumático sea revisado por un profesional
para detectar cualquier perforación, corte o deformación visibles. El
especialista nos dirá si el neumático puede repararse o tiene que ser
sustituido por otro. Por tu seguridad, recuerda que los neumáticos
dañados o que hayan rodado con presión insuficiente deben ser revisados
por un profesional para descartar cualquier daño interno no visible
aparentemente.
El neumático no debe repararse de ninguna manera en los siguientes casos:
- Aro del talón a la vista o deformado
- Gomas o lonas con pliegues
- Deterioros provocados por hidrocarburos o productos corrosivos
- Asperezas o jaspeaduras de las gomas interiores provocadas por un rodaje a presión insuficiente.
5. Desgaste anómalo
Un desgaste anormalmente irregular, en alguna zona aislada, en el
centro o en los bordes, suele indicar un problema mecánico como
alineación inadecuada, problema de equilibrado, de suspensión o de transmisión...también puede estar provocado por una presión inadecuada.
Para
evitar un desgaste irregular es necesario revisar periódicamente el
estado de la dirección, amortiguación, frenos, cambiar los neumáticos de
posición, etc. Siempre que se montan neumáticos nuevos o usados, hay
que equilibrar los neumáticos y revisar el estado de la dirección y, en
su defecto, corregirla. Esto también hará que tus neumáticos duren más y
que la conducción sea más suave.
Causas habituales de un desgaste anómalo del neumático:
- Desgaste en un borde: rueda desequilibrada o mal alineada.
- Desgaste en ambos bordes: neumáticos mal inflados.
- Desgaste a lo largo de la superficie central del neumático: inflado en exceso.
6. Si no son adecuados para el vehículo
Para conseguir los mejores resultados debe utilizarse el mismo tipo de
neumático en las cuatro ruedas. Los neumáticos de distintos tamaños,
construcciones y fases de desgaste pueden afectar al manejo, estabilidad
y mecánica del vehículo.
No mezclar nunca neumáticos radiales y no radiales
Tampoco hay que mezclar neumáticos radiales y diagonales (no radiales)
en un vehículo. Si se montan dos neumáticos radiales y dos diagonales en
un vehículo, los dos radiales deben montarse en el eje trasero y los
dos diagonales en el eje delantero.
Hay muchas formas de
encontrar los neumáticos adecuados para tu vehículo. Si no estás seguro
de qué neumáticos se adaptan correctamente a tu vehículo, utiliza
nuestro buscador de neumáticos. Si te quedan dudas, acude a un
distribuidor Michelin que te aconsejará.
7. ¿Qué dice la ley?
El Reglamento General de vehículos del 26 de enero de 1999, en su
anexo VII denominado NEUMÁTICOS contempla la normativa vigente en lo
referente a neumáticos.
1. Dimensiones y características
Los
vehículos deben estar equipados con neumáticos de las dimensiones y
características previstas por el fabricante en la homologación del
vehículo, o sus equivalentes, según lo dispuesto en la reglamentación
vigente que les sea de aplicación recogida en el anexo I.
2. Profundidad mínima de dibujo
Los
neumáticos de los vehículos comprendidos en las categorías M1, N1, O1 y
O2 deben presentar, durante toda su utilización en las vías públicas,
una profundidad en las ranuras principales de la banda de rodamiento
que, como mínimo, debe ser de 1,6 mm.
Deberá entenderse como ranuras
principales las ranuras anchas situadas en la zona central de la banda
de rodamiento que cubre cerca de las tres cuartas partes de la anchura
de dicha banda. Quedan excluidos del ámbito de aplicación del apartado
anterior los vehículos históricos equipados originalmente con neumáticos
o cubiertas de otros tipos que cuando eran nuevos tenían ranuras de una
profundidad inferior a 1,6 mm, siempre que dichos vehículos estén
equipados con los citados neumáticos, que se utilicen en condiciones
excepcionales y que no se utilicen nunca o casi nunca en la vía pública.
3. Indicadores de desgaste
Los
neumáticos homologados de acuerdo al Reglamento ECE nº 30 o la
Directiva 92/23/CEE ( LCEur 1992\1486) que equipan vehículos de turismo y
sus remolques deberán tener indicadores de desgaste. Dichos indicadores
de desgaste sirven para señalar que las ranuras principales de la banda
de rodamiento han alcanzado la profundidad mínima de dibujo indicada en
el apartado 2.
4. Condiciones mínimas de utilización de los neumáticos
Los
neumáticos, bien nuevos, bien recauchutados, que equipan los vehículos,
deberán conservar siempre las inscripciones reglamentarias, y además no
deben presentar ampollas, deformaciones anormales, roturas u otros
signos que evidencien el despegue de alguna capa o de la banda de
rodamiento. Asimismo, no deben presentar cables al descubierto, grietas o
síntomas de rotura o dislocación de la carcasa.
El resculturado no
está permitido, excepto en aquellos neumáticos que equipen vehículos de
más de 3,5 toneladas de peso máximo autorizado, y que vayan marcados con
la palabra Regroovable o el símbolo PUN, según lo dispuesto en la
reglamentación vigente que les sea de aplicación recogida en el anexo I.
5. Neumáticos especiales
Si
los neumáticos presentasen clavos, como los usados en pavimento con
hielo, éstos serán de cantos redondeados y no sobresaldrán de la
superficie más de dos milímetros.
Si se utilizan neumáticos
especiales de nieve, éstos irán marcados con la inscripción M + S, MS o M
& S, y deberán tener una capacidad de velocidad, bien igual o
superior a la velocidad máxima prevista para el vehículo, bien no
inferior a 160 km/h si la velocidad máxima del vehículo es superior a
ésta.
6. Presión de inflado
La presión de inflado de los
neumáticos deberá ser revisada regularmente, con manómetros de uso
privado o público, debidamente homologados y verificados según la
reglamentación vigente que les sea de aplicación recogida en el anexo I.
http://www.michelin.es
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